Encuentra tu Medicina

Me hacen sentido estas palabras pues mi medicina la encontré en una etapa muy difícil de mi vida donde empecé a sentir que el cuerpo ya no era el mío y que yo ya no era yo.
Los temblores y ataques de pánico me llevaron a conocer que detrás de un tratamiento que estaba iniciando había una luz de esperanza en la medicina natural.

Habiendo cursado mi primer taller de aromaterapia, vibré y me dispuse a utilizar dos aceites esenciales para que me acompañen. También me dije que si no funciona entonces la aromaterapia no es para mí.

Coloqué en un gotero de vidrio con aceite vegetal unas gotas de Melissa Officinalis, otras de Ylang Ylang y las últimas de Pachuli. Mezclé y me lo lleve dentro del bolso para ir a trabajar.

Ese día comencé a utilizarlo y al llegar a casa había notado que necesitaba descansar. Me acosté y recuerdo despertarme al otro día de madrugada. Como si el cuerpo me pidiera ese descanso hace mucho tiempo.

Al día siguiente me levanté renovada. Salí de mi casa al trabajo y pensé en retomar los grupos de poesía como también otros cursos de aromaterapia pues quería volver a aquellas cosas que tanto me apasionaban.

Después de unos cuantos días caí en la cuenta que los temblores no habían aparecido, que no me sentía tan cansada y que había estado tranquila y pensando en mí. (algo que no me dedicaba hace mucho tiempo).

Aquella sinergia resonó en todo mi ser y me acercó a mi propia medicina. Pues parte de lo que brindan los aceites esenciales es conectar con el aquí y ahora y principalmente con nosotros mismos y yo lo estaba experimentando en carne propia.

A partir de aquí me dispuse a emplear la aromaterapia vibrando con cada aceite esencial. Alejando libros y recetas pero acercando sentires y vibraciones. Confiando en mi propia intuición olfativa y en informaciones confiables sobre cómo utilizarlas. En aquel entonces no me hubiera imaginado que comenzaba un camino tan sanador para mí ...

Desde aquí quiero decirte:
Ojalá encuentres tu medicina,
y puedas sentirla, integrala y así, cuando estés dispuesta,
bríndala al mundo para ser compartida.

Nayla